SE INICIA LA CUENTA ATRÁS…
… PARA QUE ABRA SUS PUERTAS EL GRAN HOTEL MIRAMAR, EL PRIMER CINCO ESTRELLAS GRAN LUJO DE MÁLAGA
Hoteles Santos ultima los detalles para abrir este año uno de sus proyectos más emblemáticos: el Gran Hotel Miramar de Málaga, el que será el primer Hotel 5* G.L. de la ciudad. Y el que está llamado a ser el embajador indiscutible de la excelencia y la exclusividad, referencia de lujo y distinción de Málaga, Costa del Sol y Andalucía.
El Gran Hotel Miramar marcará un antes y un después en la oferta turística de Málaga. Un nuevo capítulo en la extensa historia de un edificio que fue testigo del glamour de las fiestas de la alta sociedad, pero también de los avatares de la guerra civil o de su funcionamiento como Palacio de Justicia.
Parte indisoluble de la historia de la ciudad de Málaga, la restauración emprendida por Hoteles Santos busca recuperar el esplendor original de un edificio que en sus orígenes también fue un hotel, catalogado como Patrimonio Histórico Andaluz de la Junta de Andalucía.
Ubicado en la zona de La Caleta, entre el paseo de Reding y el paseo Marítimo, con la fachada principal orientada al mar Mediterráneo, ofrece espectaculares vistas a la bahía de Málaga y está a 5 minutos de los principales museos de la ciudad (Picasso, Carmen Thyssen, Centre Pompidou o Hermitage, entre otros).
No es de extrañar el nombre de “Miramar”, una perfecta alegoría a sus extraordinarias vistas hacia el horizonte donde se unen las dos tonalidades de azul más perfectas ofrecidas por la naturaleza.
En una superficie de suelo superior a los 13.000 m2, situado en pleno centro de la ciudad y con fachada a su Paseo Marítimo Pablo Ruíz Picasso, el Gran Hotel Miramar volverá a contar con los espléndidos salones originales para grandes eventos, así como su ampliación a terrazas y jardines para acontecimientos al aire libre. Un total de 17 espacios (incluido un salón con capacidad para 700 personas) que satisfarán la demanda de reuniones y celebraciones en la capital malagueña.
El hotel dispondrá de 200 habitaciones y Suites (26 Suites Imperiales y 2 Suites Reales), todas ellas equipadas con los últimos avances tecnológicos y servicios exclusivos para mayor satisfacción del cliente.
Sus magníficas instalaciones se integran a la perfección en el entorno urbano, y al mismo tiempo en un marco único e incomparable de naturaleza y mar.
Completan la oferta del hotel 9.000 m2 de zonas ajardinadas repletas de árboles centenarios, además de SPA con un completo recorrido de aguas, cabinas de tratamiento corporales y estéticos, sauna finlandesa, Hamman, jacuzzi, área de relajación y piscina de sensaciones.
En el proyecto de rehabilitación destaca de un modo especial una zona chill out creada en la azotea. Dada la proximidad con el mar, el huésped podrá sentir la experiencia de un navegante, con la brisa mediterránea, la serenidad de sus aguas y el infinito como única referencia.
Además, el hotel contará con 5 restaurantes basados en cocina nacional, internacional, fusión, 100% ecológica, y un restaurante en el cual se podrán degustar los principales productos de la tierra con certificado de calidad garantizada. La perfecta fusión de materias primas de primera calidad con el toque maestro de los grandes chefs.
Zona de guardería, servicio de mayordomía, visita guiada a la bodega ubicada en la antigua cárcel del Palacio de Justicia…
Todo ello combinado en una atmósfera única, con un servicio de alta calidad al cliente y la extraordinaria certeza de saberse protagonista de las nuevas páginas de la historia del Gran Hotel Miramar.
Un edificio con la historia de una ciudad
El edificio volverá a abrir sus puertas como Gran Hotel Miramar cuando se cumplan 90 años de su inauguración. Construido por el arquitecto Fernando Guerrero Strachan, en 1926 es inaugurado por el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia con el nombre “Hotel Príncipe de Asturias”. Los periódicos locales de la época (El Cronista, La Unión Ilustrada, Vida Gráfica y La Unión Mercantil) se hacen eco de tan importante visita, aprovechada para diversos actos (el más destacado fue la inauguración del pantano del Chorro), incluida la bendición del hotel, donde además se alojaron junto al resto de sus acompañantes.
Los reyes quedaron cautivados por el hotel. Por eso, no es de extrañar que la reina María Victoria reservara una de sus alas para pasar varios veranos.
Desde aquel momento, sus muros alojaron a ilustres huéspedes de la realeza, la cultura y la burguesía europea. Además de sus grandes salones y jardines, era uno de los pocos hoteles con piscinas y playa privada. Tras su apertura oficial, se sucedieron en él numerosas recepciones y banquetes.
Hasta el año 1930, aproximadamente, el hotel continuó llamándose “Príncipe de Asturias”, y ya en la guía 1932-33, “Málaga en la mano”, aparece con el nombre de “Miramar”
Durante la Guerra Civil española, el hotel se convierte en el Hospital de Sangre de la ciudad, y así se mantuvo, con el nombre de “Hospital Militar de Miramar” hasta 1939.
Tras la guerra, continuó su actividad como hotel conservando el nombre de “Hotel Miramar”. Sus muros fueron testigo de la presencia de destacadas personalidades de la vida social, literatura, pintura, cine, teatro… Elizabeth Taylor, Ava Gardner, Orson Welles, Ernest Hemingway, Carmen Sevilla, Lola Flores, Antonio Ordóñez…. Además de ser el escenario de películas como “Fuego sobre África” (1954), protagonizada por Maureen O’Hara.
Sin embargo, tras grandes dificultades económicas, el hotel tuvo que cerrar sus puertas en 1967.
Y este emblemático edificio permanece cerrado hasta que es adquirido por el Ministerio de Justicia y convertido en sede de los juzgados de Málaga. En 2007, se traslada a la actual Ciudad de la Justicia, posibilitando el Concurso Público para recuperar el uso original del edificio como hotel.
Convocado por la Consejería de Hacienda y de Turismo de la Junta de Andalucía, en 2008 es adjudicado a la cadena Hoteles Santos, iniciándose las obras de rehabilitación en agosto de 2014 según proyecto y dirección de Estudio Segui, Arquitectura y Planeamiento.
Disposición relativa al proceso de declaración o incoación de un Bien de Interés Cultural publicada en el BOJA N.º30 el 12 de febrero de 2012 – sobre el Hotel Miramar
Descripción: La fachada principal se compone de un pabellón saliente que forma el eje central y dos cuerpos laterales que prolongan en vertical un piso más de altura, formando dos torretas cuadradas. El pabellón tiene en su frente tres arcos adintelados sobre pilares con pedestal de ladrillo, en tanto que los arcos posteriores situados sobre la escalinata de acceso al vestíbulo son de medio punto. En el alfiz que enmarca los arcos existe decoración pintada polícroma y sobre ella el nombre de su destino.
Se remata el pabellón con una cornisa que sustenta el pretil de piedra de la terraza y con pequeños pilares en los que descansan airosas lámparas de hierro. Las ventanas del bajo están protegidas por una especie de guardapolvos de obra, común en algunos casos para tres de ellas. En el entresuelo hay óculos enmarcados. Los balcones del primer piso, volados sobre cúbicas ménsulas, se cubren por cornisas sobre alargadas ménsulas. La cornisa amensulada, que remata el segundo piso, sirve de base a una terraza cubierta con columnas corintias que unen el barandal de hierro. Sobre esta terraza se alza otra escubierta con barandal corrido de cerámica decorada con motivos vegetales y frutos y, en los puntos de mayor fuerza, bellos jarrones de cerámica vidriada verde y blanca.
En el frente del ático que remata el eje central se labró un escudo entre pedestales coronados por bolas, en los extremos de la terraza hay dos figuras sedentes que no se observan desde la base del edificio. En el tercer piso de los cuerpos laterales, la ventana central se halla encuadrada por pilastras cajeadas de orden corintio que marcan la directriz de los chapiteles los cuales flanquean en el piso superior un barroco frontón. Se rematan las torres por alero volado sobre canes de madera.
Las fachadas laterales se componen por un cuerpo central resaltado y otros de menor altura a los lados. En la fachada de cara al mar el eje central queda encuadrado entre dos torrecillas de proporciones cuadradas y ante ella se extiende un hermoso jardín hoy arruinado. El pabellón delantero es sustituido aquí por una señorial escalera de tres tramos y en el primer piso hay una preciosa terraza con arquería de medio punto. El barandal corrido en toda la longitud de la tercera y cuarta planta le da una característica particular a la fisonomía de esta fachada. Un factor que juega un importante papel en la belleza del edificio es la policromía. En los paramentos delanteros se combinan perfectamente el color ocre con el beige de las pilastras almohadilladas
y el refuerzo de los ángulos del edificio. Las notas de color vienen dadas también por la pintura del pabellón así como por la cerámica del barandal
de la terraza y los jarrones.
Debemos destacar el uso de diversos elementos de tradición clásica como los órdenes arquitectónicos y las galerías de arcos que, junto a otros elementos de la tradición local como el uso de la cerámica, hacen de este inmueble un claro ejemplo del estilo historicista.
Además, en este inmueble, al igual que en otras obras de este arquitecto, como el palacio de Tomás Bolín, las casas de Félix Sáenz, o el
antiguo 18 de Julio, la individualización de tejados a distintos niveles resulta una peculiaridad destacada.
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Comentarios
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Con motivo del XXIX Congreso Internacional de los Skål Clubes, en 1985, se reabrió el hotel Miramar para celebrar el día 24 de Noviembre, la Cena de Clausura, que presidió el Ministro de Información y Turismo don Manuel Fraga Iribarne.
Dada la situación de las cocinas y de los salones, hubo que instalar nuevos servicios e instalar prácticamente todas las cocinas. El menú qué se sirvió fue el siguiente:
Consomé Málaga
Solera Canutii
Trucha de Sierra Nevada al Laurel
Macedonia Hortelana
Viña Sole Cosecha 1961, Bodegas Franco Españolas
Solomillo de Cebón Costa del Sol
Almendras del Cigarral
Pera Glaseada
Patatas Doradas
Rioja Bordón – Reserva Espacial de Franco Españolas
Tarta Skål
Dulces de las Monjas del Convento de San Valentín
Canasta Malagueña
Champagne de Cavas de Marqués de Monistrol
Café
Brandy Reserva Larios 1866
Chinchón Dulce de S.A.
Málaga Virgen
Agua Fonte – Forte y Font Salud
El número de comensales fue de 2.000 personas
SKÅL !!!! -
Mi tía Josefina, de 95 años y con Facebook, tiene también recuerdos hasta de sus padres en relación al Hotel Miramar. Ya quisiéramos algunos su memoria y más con esa edad. Está expectante a su inauguración, así como mis padres y toda la ciudad.
Saludos
Buenos días,
Mi padre, Jorge Castellano fue cajero en el Hotel Miramar a mediados de los años 40.
En la actualidad tiene 92 años , vive en Madrid, y recuerda montones de anécdotas de aquella época.
Yo vivo en Málaga y le hace mucha ilusión cuando le cuento los progresos que van haciendo las obras.
Saludos